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El gobierno de Pakistán, que atraviesa dificultades financieras, ha sufrido un revés después de que Nueva York decidiera cancelar un contrato de $220 millones con un hotel de su propiedad que se convirtió en objeto de críticas por parte de seguidores del presidente de EE. UU., Donald Trump.
La aerolínea estatal Pakistan International Airlines adquirió el centenario Hotel Roosevelt en Manhattan hace más de dos décadas. Desde 2023, el hotel se ha utilizado para albergar o procesar a más de 100,000 inmigrantes trasladados desde diferentes partes de EE. UU.
Pero esta semana, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, anunció que la ciudad cerraría el refugio, debido a que la cantidad de inmigrantes que ingresan a Nueva York ha disminuido a 350 por semana, en comparación con las 4,000 por semana de hace dos años.
Adams dijo que más de 232,000 migrantes habían llegado a Nueva York en los últimos tres años. “El Hotel Roosevelt fue donde procesamos el 75% de quienes llegaron a nuestro cuidado, y fue fundamental para nuestras operaciones efectivas”, escribió en X.
El fin anticipado del contrato de tres años es un revés para Pakistán, que intenta privatizar su aerolínea de bandera, que ha sido una carga importante para las finanzas estatales. Una primera ronda de licitación para la aerolínea fracasó el año pasado debido a preocupaciones de los inversores sobre temas como impuestos a aeronaves nuevas y retención de personal.
“Estábamos conscientes del riesgo con este nuevo gobierno [la administración Trump] estableciéndose”, dijo un alto funcionario del gobierno en Pakistán. El contrato podría ser cancelado después de mayo, afirmó el funcionario.
Un portavoz de la ciudad dijo que el centro cerraría en los “próximos meses”, ahorrando millones de dólares a los contribuyentes.
La decisión de Adams de cerrar el refugio se produjo dos semanas después de que el Departamento de Justicia de EE. UU. retirara cargos por corrupción en su contra, un movimiento que los críticos dicen que fue parte de un intercambio de favores con la administración Trump para intensificar una represión contra inmigrantes ilegales. Adams ha negado las acusaciones.
El Hotel Roosevelt, que alguna vez fue lujoso, con más de 1,000 habitaciones y fue un lugar emblemático de Nueva York durante décadas, fue arrendado a PIA en 1979. La aerolínea lo compró más tarde, convirtiéndolo en un lugar favorito de los ricos pakistaníes que usaban el servicio ahora descontinuado de la aerolínea desde Karachi para hacer compras.
Pero el hotel gradualmente perdió popularidad y las pérdidas relacionadas con la pandemia finalmente forzaron su cierre en 2020.
Los ingresos del acuerdo del refugio de migrantes estaban ayudando a pagar más de Rs600 mil millones ($2.14 mil millones) en deuda asumida por la empresa matriz de PIA cuando fue creada el año pasado, un movimiento destinado a facilitar la privatización de activos que incluyen la aerolínea principal y un hotel en París.
Una intensa reacción adversa sobre el uso de Roosevelt por parte de Nueva York había crecido entre funcionarios y seguidores de la administración Trump.
Manifestantes fuera del hotel en 2023 © Barry Williams/NY Daily News/Getty Images
Vivek Ramaswamy, quien anteriormente encabezó el llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental de recorte de costos junto a Elon Musk, dijo en la red social X en diciembre que era “lamentable” que “los contribuyentes de Nueva York estén efectivamente pagando a un gobierno extranjero para alojar a ilegales en nuestro propio país”.
Trump mismo se quejó en febrero sobre la ciudad gastando grandes sumas en un hotel que, según él, “no es de lujo”.
En una publicación en X, su secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, justificó la decisión de congelar $80 millones en fondos relacionados con migración para Nueva York al decir que el hotel era la “base de operaciones” de una banda venezolana. Noem no ofreció pruebas de la afirmación.
El fin anticipado del contrato podría obligar a Islamabad a acelerar los esfuerzos para vender la propiedad o demolerla y construir un rascacielos de uso mixto con un socio de desarrollo, dijeron funcionarios y analistas en Pakistán.
En el hotel, cerca de la estación Grand Central en el centro de Manhattan, los residentes entran y salen del edificio, intercambiando saludos y choques de puño con el personal de seguridad detrás de barreras de metal.
Los niños que viven en el hotel juegan en la acera afuera, a pocos pasos de restaurantes y tiendas de ropa de lujo.
En el interior, el vestíbulo del hotel todavía conserva sus candelabros ornamentados y un retrato de Guy Lombardo, renombrado líder de la banda del hotel Roosevelt en la década de 1930.
El cierre planeado del hotel-convertido-en-refugio ha generado preocupaciones entre algunos de sus más de 2,800 residentes.
“La verdad es que no nos han dicho nada”, dijo Hecdimar Rivas, una madre de tres hijos de 26 años que llegó de Venezuela a principios de este año. “Nos enteramos por la prensa”.