Robinhood Markets, la plataforma de trading en línea, acordó pagar $29.75 millones para resolver varias investigaciones de la Financial Industry Regulatory Authority sobre sus prácticas de supervisión y cumplimiento, incluida la falta de respuesta a “banderas rojas” de posibles conductas indebidas.
El regulador de corretaje dijo el viernes que Robinhood pagará una multa civil de $26 millones y $3.75 millones en restitución a los clientes.
FINRA acusó a Robinhood de violar “numerosas” reglas, incluida la falta de implementación de programas razonables contra el lavado de dinero que causaron que se perdieran operaciones sospechosas o no autorizadas y hackeos de cuentas de clientes.
También dijo que Robinhood no supervisó adecuadamente a los influencers de redes sociales que promocionaban la empresa, ni respondió a varias advertencias de retrasos en el procesamiento de operaciones.
FINRA dijo que esto se convirtió en un problema “grave” en enero de 2021. A finales de ese mes, Robinhood restringió las operaciones en acciones “meme” como GameStop y AMC Entertainment Holdings.
La restitución irá a clientes que no fueron informados sobre la práctica de Robinhood de “collaring” órdenes de mercado, lo que llevó a que algunas operaciones fueran canceladas y reingresadas a precios inferiores.
Robinhood no admitió ni negó haber cometido irregularidades al aceptar el acuerdo, y dijo que ha remediado los problemas, que se remontan a 2014.
La empresa con sede en Menlo Park, California, reservó dinero para cubrir el acuerdo en 2023 y 2024.
Erica Crosland, jefa de cumplimiento normativo e investigaciones de Robinhood, dijo que la empresa estaba contenta de llegar a un acuerdo.
En enero, Robinhood acordó pagar $45 millones en multas civiles para resolver cargos de la Comisión de Valores de EE. UU. sobre conservación de registros, informes de operaciones y otras violaciones normativas.
Fundada en 2013, Robinhood se hizo conocida por el trading sin comisiones y por permitir a los inversores operar con criptomonedas.
(Información de Jonathan Stempel en Nueva York; Edición de Chizu Nomiyama)