Hace doscientos cuarenta y nueve años, los 56 firmantes de la Declaración de Independencia prometieron sus vidas, fortunas y honor a lo que se ha convertido en el experimento de democracia constitucional más duradero del mundo. Sin embargo, mientras nos preparamos para celebrar a América en su 250 aniversario, abundan las señales de advertencia de que podríamos estar fallando en su encargo.
El orgullo nacional en América está en su nivel más bajo registrado, coincidiendo con puntajes desesperadamente bajos en el informe de civismo nacional del National Assessment of Educational Progress (NAEP). En 2022, solo el 22 por ciento de los estudiantes de octavo grado obtuvieron un nivel de competencia o superior en comprender cómo se supone que funciona la democracia constitucional de este país y cómo aplicar ese conocimiento.
La solución, que cuenta con un fuerte apoyo bipartidista, es tan prominente como la firma de John Hancock: una inversión generacional en enseñar a los estudiantes cómo funciona el gobierno.
Esta es la misión predominante de la Coalición pluralista CivxNow, cuyos más de 370 miembros abarcan todo el país, y cuyos contribuyentes incluyen maestros de aula, líderes escolares, proveedores de currículo, clubes y organizaciones extracurriculares e instituciones culturales. Estamos de acuerdo en una solución que asegurará que el Espíritu de 1776 perdure para siempre: el tiempo dedicado a la instrucción en civismo debería ser la norma para cada estudiante a lo largo de los grados K-12.
Esta semana es la Semana Nacional de Aprendizaje Cívico, cuando miles de estadounidenses demostrarán cómo podemos lograr esto.
Fortalecer la educación cívica a nivel nacional requiere un trabajo continuo, estado por estado. Naturalmente, dedicar tiempo de clase al civismo ayuda. Nuestra investigación de CivxNow muestra que los estudiantes tuvieron un desempeño notablemente mejor en civismo en el NAEP cuando tenían cursos de civismo independientes en octavo grado, cuando estudiaban la Constitución “bastante” o “mucho” y cuando el civismo era una responsabilidad principal de sus maestros.
Cuando nuestras cámaras estatales se levanten el próximo año y el Congreso entre en receso en julio para los fuegos artificiales y los grandes barcos, esperamos que nuestros formuladores de políticas estatales y federales hayan aprobado políticas que garanticen la capacidad cívica de nuestra próxima generación de estadounidenses.
Cuando se trata de civismo, el gobierno federal suele desempeñar un papel limitado, razonablemente restringido de imponer un plan de estudios nacional. Hemos encontrado que apoya programas modestos para estudiantes y maestros que equivalen a una inversión insignificante de menos de 50 centavos por estudiante en lugar de $50 o más para materias STEM.
Por otro lado, los estados establecen los requisitos de graduación de la escuela secundaria y brindan orientación instructiva amplia a través de estándares de aprendizaje. Las decisiones sobre qué se enseña y cómo se enseña se delegan a los distritos, teniendo en cuenta el contexto local y la aportación de los padres.
Para la mayoría de los estudiantes de K-12, el civismo es un curso de una sola vez en la escuela secundaria. Sin embargo, el progreso reciente a nivel estatal para fortalecer las políticas de civismo K-12 está dando resultados discernibles. Por ejemplo, un nuevo requisito de curso de civismo en la escuela secundaria en Illinois resultó en una mayor participación comunitaria, incluido un aumento del 30 al 38 por ciento de los estudiantes que dijeron que estaban trabajando para mejorar sus ciudades y pueblos como lugares para vivir.
Desde 2021, muchos estados políticamente diversos han seguido el ejemplo de Illinois, fortaleciendo la instrucción de civismo K-12 e incentivando el desarrollo cívico de los estudiantes. Indiana se destaca entre ellos al adoptar un curso de civismo de la escuela intermedia, establecer una comisión de civismo estatal y permitir que los estudiantes obtengan reconocimiento en sus diplomas de graduación por excelencia en cursos de civismo.
Este impulso se ha mantenido hasta 2025, con proyectos de ley que impactan la educación cívica presentados en muchos estados.
Es necesario seguir progresando. El civismo es un curso de escuela secundaria de un año completo en solo siete estados. Solo cinco estados requieren un curso de civismo de la escuela intermedia de un semestre, y nuestra investigación muestra que solo New Hampshire dedica tiempo de instrucción al civismo en los grados K-5. Y en este momento, las escuelas primarias dedican muy poco tiempo a enseñar estudios sociales, a pesar de sus beneficios demostrados en alfabetización y su historial de mejorar el conocimiento, las habilidades y las disposiciones cívicas.
Al igual que Indiana, los estados deberían reconocer la excelencia cívica ofreciendo “sellos cívicos” a los graduados de la escuela secundaria. También deberían requerir que los distritos desarrollen y publiquen planes de aprendizaje cívico K-12 para ser examinados públicamente, y reconocer a las escuelas y distritos que muestren compromisos ejemplares con el aprendizaje cívico.
Finalmente, los estados deberían canalizar inversiones federales adicionales en oportunidades de aprendizaje profesional enfocadas en el civismo para los maestros. Al invertir en educadores cívicos, mejoraremos la instrucción en el aula y garantizaremos resultados cívicos más sólidos para los estudiantes.
La espiral descendente del patriotismo en declive y el escaso conocimiento público de nuestros documentos fundacionales pueden ser revertidos. La ex jueza de la Corte Suprema de los Estados Unidos, Sandra Day O’Connor, fundadora de iCivics, afirmó acertadamente que “la práctica de la democracia no se transmite a través del código genético. Debe ser enseñada y aprendida por cada nueva generación.”
A través de una educación cívica integral y completamente financiada a lo largo de su trayectoria de K-12, los estudiantes se graduarán preparados para abrazar el legado que les otorgaron los fundadores de nuestra nación.
Que todos prometamos nuestras vidas, fortunas y honor para asegurar que América 250 sea el próximo capítulo histórico en una querida historia de progreso nacional hacia los elevados ideales de la Declaración de Independencia.
Nuestra fuerza nacional sigue siendo producto del compromiso de nuestros Padres Fundadores con las aspiraciones incorporadas en la Constitución de los Estados Unidos adoptada 11 años después, incluido que nosotros, como su posteridad, deberíamos “formar una unión más perfecta.”
Shawn Healy es jefe de Política y Defensa de iCivics.org y dirige la coalición CivxNow.
Comuníquese con el editor de opiniones en [email protected].
Esta historia sobre el aprendizaje cívico fue producida por The Hechinger Report, una organización de noticias independiente y sin fines de lucro centrada en la desigualdad y la innovación en la educación. Regístrese para recibir el boletín semanal de Hechinger.
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