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Un ataque aéreo israelí cerca de una escuela en el sur de la Franja de Gaza mató a unas 30 personas la noche del martes, en su mayoría civiles refugiados en la instalación, según las autoridades en el enclave controlado por Hamás. Docenas más resultaron heridas.
El ejército israelí confirmó que había apuntado a un militante de Hamás “adyacente” a la escuela al-Awda al este de la ciudad de Khan Younis, y dijo que estaba “investigando los informes de que civiles resultaron heridos”.
“El incidente está bajo revisión”, añadió el ejército israelí, enfatizando que el objetivo del ataque era un operativo de Hamás que participó en el ataque transfronterizo desde Gaza del 7 de octubre que desencadenó la guerra, que ahora entra en su décimo mes.
Imágenes de video tomadas por civiles palestinos en el lugar mostraron un partido de fútbol en el patio de la escuela interrumpido por un fuerte estruendo, y espectadores corriendo hacia las puertas para encontrar cuerpos y personas heridas en el suelo.
El ataque aéreo se produjo mientras las fuerzas israelíes continuaban las operaciones terrestres en otras partes del territorio, incluyendo una ofensiva renovada en varios barrios de la Ciudad de Gaza y el distrito de Shejaiya en el norte del enclave, así como en la ciudad sureña de Rafah en la frontera con Egipto.
El ejército israelí dijo el miércoles que los operativos de Hamás y la Yihad Islámica Palestina habían estado utilizando la sede de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA, en la Ciudad de Gaza como base para atacar a sus tropas. Después de garantizar la evacuación segura de civiles, se había lanzado un “ataque selectivo” en la instalación, añadió el ejército.
Philippe Lazzarini, jefe de UNRWA, ha dicho que todas las partes, las fuerzas armadas israelíes, Hamás y otros grupos palestinos, utilizan las instalaciones de UNRWA en los combates. Dijo que dos tercios de las escuelas de UNRWA en Gaza habían sido atacadas y dañadas desde el inicio de la guerra, escribiendo en X el miércoles: “4 escuelas impactadas en los últimos 4 días.”
“Las escuelas han pasado de ser lugares seguros de educación [y] esperanza para los niños a refugios abarrotados y a menudo terminan siendo lugares de muerte [y] miseria”, añadió.
Los funcionarios israelíes han mantenido que los combatientes de Hamás están presentes en las escuelas e instalaciones de UNRWA, escondiéndose detrás de civiles desplazados, y que en toda Gaza el grupo armado utiliza sistemáticamente dicha infraestructura civil con fines militares.
Mientras tanto, las tensiones se intensificaron entre Israel y el movimiento militante Hizbolá en Líbano el martes, después de que dos civiles israelíes murieron en los Altos del Golán cuando un cohete impactó en su coche. Los disparos de cohetes formaron parte de una lluvia de unos 40 proyectiles lanzados por el grupo respaldado por Irán en represalia por un presunto ataque aéreo israelí más temprano en el día en Siria que mató a un alto operativo de Hizbolá.
Se cree que Yasser Qarnabash, ex guardaespaldas del jefe de Hizbolá Hassan Nasrallah, viajaba por la carretera de Beirut a Damasco cuando su vehículo fue alcanzado.
En respuesta a la muerte de los civiles israelíes, el ejército israelí dijo que había apuntado a sistemas de defensa aérea de Hizbolá temprano el miércoles en el interior del Líbano, en la zona de Janat en el Valle de la Bekaa.
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Israel y Hizbolá han estado intercambiando fuego casi a diario desde el estallido del conflicto en Gaza. Aunque aún limitados, los enfrentamientos han desplazado a unas 200,000 personas en el norte de Israel y el sur de Líbano, lo que ha llevado a preocupaciones sobre una mayor escalada y el riesgo de una guerra total entre las dos partes. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha prometido devolver a los residentes del norte de Israel a sus hogares, ya sea a través de conversaciones diplomáticas patrocinadas por Estados Unidos o por “otros medios”.
Por su parte, Hizbolá se ha comprometido a seguir disparando contra Israel mientras haya combates en Gaza.
Las conversaciones internacionales de alto nivel estaban programadas para reanudarse el miércoles en Doha sobre un posible acuerdo de alto al fuego en Gaza que aseguraría la liberación de los rehenes israelíes restantes capturados por Hamás el 7 de octubre.
Se esperaba que el jefe de la CIA Bill Burns y David Barnea, jefe del Mossad de Israel, se reunieran con mediadores cataríes y egipcios en un intento de seguir negociando con Hamás, que ha estado estancado durante meses. Un funcionario estadounidense expresó la semana pasada optimismo sobre las posibilidades de finalizar un acuerdo, diciendo que ahora existía una “apertura significativa” para hacerlo.
Sin embargo, Netanyahu subrayó durante el fin de semana que todavía existían “brechas entre las partes”, y el domingo reiteró que no estaría dispuesto a poner fin a la guerra como parte del acuerdo “hasta que se hayan logrado todos los objetivos de la guerra”.