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Por Jarrett Renshaw y Nandita Bose
WASHINGTON (Reuters) – La campaña de reelección del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se encuentra en apuros para encontrar una nueva estrategia después de un intento de asesinato contra su rival republicano Donald Trump en el oeste de Pensilvania, incluyendo la decisión de suspender los ataques al ex presidente por el momento.
Horas después del tiroteo del sábado, la campaña de Biden estaba retirando anuncios de televisión y suspendiendo otras comunicaciones políticas, incluyendo aquellas que habían destacado la condena de Trump en mayo en un tribunal estatal de Nueva York por cargos de felonía relacionados con dinero pagado a una estrella porno para evitar un escándalo sexual antes de las elecciones de 2016 en Estados Unidos.
En lugar de atacar a Trump en los próximos días, la Casa Blanca y la campaña de Biden se basarán en la historia del presidente de condenar todo tipo de violencia política, incluyendo sus duras críticas al “desorden” creado por las protestas en los campus universitarios sobre el conflicto de Israel-Gaza, según funcionarios de la campaña que hablaron bajo condición de anonimato.
Los asesores de Biden esperaban calmar los recientes llamados de algunos de sus colegas demócratas y otros a que renunciara y permitiera que otro candidato representara al partido en las elecciones del 5 de noviembre, centrándose en los peligros que ha dicho que Trump representa para las normas democráticas de Estados Unidos y los derechos reproductivos, así como en las falsas afirmaciones de Trump de que ganó las elecciones de 2020.
“Esto cambia todo,” dijo un funcionario de la campaña sobre el intento de asesinato. “Todavía estamos evaluando. Hacer el caso contra Trump, mostrando esa pantalla dividida, será mucho más difícil.”
“El presidente está tratando de bajar la temperatura,” añadió el funcionario.
Los funcionarios de la campaña de Biden dijeron que esperan que el intento de asesinato disminuya la presión de los demócratas del Congreso para que Biden, de 81 años, se retire de la carrera debido a preocupaciones sobre su capacidad para el cargo. Algunos demócratas en la Cámara de Representantes y el Senado han pedido públicamente a Biden que se retire después de su tambaleante actuación en un debate en junio contra Trump.
El viaje planeado de Biden el lunes a la biblioteca presidencial de Lyndon B. Johnson en Austin, Texas, donde se esperaba que hablara sobre la histórica Ley de Derechos Civiles que Johnson firmó en la década de 1960 y criticara los ataques de Trump a los inmigrantes y la diversidad estadounidense, está bajo revisión y podría ser cancelado, según los funcionarios.
Debido a que el tiroteo ocurrió en el estado clave de Pensilvania, que Biden ganó sobre Trump en 2020 por un estrecho margen, el incidente podría ser especialmente impactante, según algunos estrategas políticos, al aumentar la participación republicana de votantes simpáticos a Trump.
“Esto no garantiza que Trump cambie la situación en Pensilvania,” escribió en redes sociales el encuestador republicano Frank Luntz. “Pero el largo y sinuoso camino para Joe Biden acaba de volverse aún más largo y sinuoso. Así como lo que le sucedió a George Floyd tuvo un impacto duradero en decenas de millones de estadounidenses, el tiroteo de Donald Trump será significativamente consecuente de una forma que el tirador nunca pretendió.”
Floyd es el hombre negro que fue asesinado por un oficial de policía blanco en Minneapolis en 2020, un asesinato que provocó protestas en muchas ciudades de Estados Unidos y en el extranjero.
Otros candidatos demócratas que se postulan este año también están repensando sus planes para centrarse en los peligros que han dicho que representa Trump si es elegido.
“La verdadera pregunta es si dentro de dos semanas podemos volver y declarar a Trump una amenaza para el país. Ese era nuestro plan, y es justo, pero no está claro cuánto de nuestras espuelas nos quitaron,” dijo un demócrata involucrado en una campaña al Senado, hablando bajo condición de anonimato.
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