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Finalmente es cool seguir usando la ropa que compraste en la secundaria y presumir tu apartamento de un solo ambiente sin arte en las paredes. No lo llames estar quebrado, dice la Generación Z; es “underconsumptioncore”.
La etiqueta viral en TikTok está llena de jóvenes mostrando formas en las que eligen no comprar nuevos productos a favor de usar los que ya tienen. Desde limitarse a una botella de agua Stanley rayada hasta optar por no hacerse las uñas o comprar arte para sus hogares, la Generación Z ha rechazado comprar nuevos artículos a favor de tratar de apreciar lo que ya tienen.
Adeline Um, una músico de 27 años que vive en Boston, se ha comprometido a usar hasta la última gota de los productos para el cuidado de la piel de sus botellas, así como a seguir usando pinceles de maquillaje rayados pero funcionales y ropa de hace 15 años. Se cansó de ver TikToks de influencers y creadores de contenido vendiendo el último artículo que sería trendy por solo un par de días antes de que un nuevo artículo brillante tomara el protagonismo.
“Querer comprar artículos no es malo”, dijo Um a Fortune. “Pero siento que en este momento estamos recibiendo una saturación de personas sintiendo que tienen que comprar lo más nuevo para estar a la moda.”
Underconsumptioncore es un primo del movimiento de desinfluencia en TikTok, en el que los usuarios convencen a los espectadores de no comprar el artículo más trendy que les están anunciando los numerosos creadores de contenido con acuerdos de marca. Mientras se espera que el mercado de influencers se expanda a $50 millones para 2028, algunos jóvenes están denunciando el consumismo desenfrenado que fomenta.
Para una generación plagada de ansiedad sobre su futuro financiero y el medio ambiente, estas tendencias son empoderadoras y alcanzables. Según el informe Estado de la Salud Financiera de la Generación Z de Bank of America publicado este mes, entre 1,091 adultos de la Generación Z encuestados entre abril y mayo, más del 50% de la joven generación cree que el costo de vida es su mayor desafío financiero y la mayor barrera para el éxito.
“Sienten el alto costo de vida”, dijo Holly O’Neill, presidenta de banca minorista en Bank of America, a Fortune. “Saben que necesitan establecer un presupuesto, y saben que necesitan encontrar formas de recortar, y miran esos presupuestos… para cumplir esas prioridades.”
No es necesario tener cosas nuevas y brillantes
Underconsumptioncore, aunque construido sobre las bases de la astucia financiera, ha trascendido el estatus socioeconómico y la necesidad de simplemente ahorrar dinero. Um y su esposo han permanecido financieramente estables a pesar de cambios de carrera y la pandemia, pero continúan siendo frugales con sus compras.
“Simplemente es tan agotador ver a personas decirme que este es el artículo más nuevo que tengo que comprar”, dijo ella.
Para Um, la intención en torno al gasto fue un respiro de los ciclos de tendencias que han dominado internet. A medida que las adicciones a desplazarse han alimentado la ansiedad y la depresión entre los adultos jóvenes, la Generación Z se ha vuelto cada vez más sensible al tiempo frente a pantallas, recurriendo a teléfonos con tapa para desintoxicaciones digitales.
Pero después de pasar un año en la Inglaterra natal de su esposo, Um adquirió una apreciación por la tranquilidad del campo. Los propios padres de Um emigraron a EE. UU. desde Corea del Sur, donde la comida era escasa. Para alimentar a su familia, la abuela de Um se convirtió en experta en cocinar lo que estaba disponible. Pasando tiempo entre las casas de sus padres y abuelos, Um adquirió una profunda apreciación por la alegría de cosechar alimentos de un pequeño jardín trasero.
“También he aprendido a hacer eso”, dijo. “Realmente no me gusta tirar comida o cuando la comida se está pudriendo. Me siento tan culpable al respecto.”
Para Sabrina Pare, una creadora de contenido de 31 años en Detroit, la culpa también la ha motivado a ser consciente de sus gastos. El underconsumption no es un concepto nuevo en el mundo de la sostenibilidad, sobre el cual Pare hace sus TikToks. Para ella, es una continuación del reciclaje, o reutilización de artículos que podrían ser fácilmente desechados pero en cambio se les da una nueva vida. Pero mientras estas tendencias ayudan a Pare a ganarse la vida creando contenido en línea, incluso ella admitirá que solo pueden llevarla hasta cierto punto en la lucha contra el cambio climático.
“El planeta simplemente sigue calentándose y, obviamente, participar en underconsumptioncore no lo resolverá”, dijo. “Pero al menos me ayuda a sentir un poco más control sobre las acciones que estoy tomando.”
Incluso si participar en underconsumption no es económicamente necesario para sus participantes, sigue siendo coherente con la narrativa de la generación más joven de traer una profunda conciencia a su propio bienestar financiero, argumentó O’Neill. La tendencia se alinea con las observaciones de O’Neill sobre los patrones financieros de la generación, que incluyen un menor gasto discrecional y la distribución metódica de dólares, prefiriendo comprar artículos de marca de tienda o de descuento en lugar de artículos de lujo.
“No quieres desperdiciar la cosa en la que ya has invertido o comprado; quieres optimizar eso”, dijo. “Eso tiene un impacto tanto presupuestario como de sostenibilidad. Quiero decir, todos conocemos la satisfacción de usar todo lo que compras y no desperdiciarlo. La Generación Z está muy atenta a eso.”
A pesar de su viralidad, es probable que underconsumptioncore no cambie radicalmente las tendencias de gasto, dijo. Estas tendencias en línea existen debido a las ideas más amplias de una generación sobre la economía, pero probablemente no las influyen.
Um será la primera en admitir que no es inmune a la influencia y no hará ninguna promesa sobre no comprar un artículo en particular. Pero las tendencias de TikTok sobre gastos y finanzas personales siguen siendo bienvenidas en su página Para Ti.
“No necesitas comprar un nuevo juego de alisadores de cabello solo porque los tuyos actuales están sucios”, dijo ella. “Si aún funciona, aún funciona. Para mí, en realidad ha sido un gran recordatorio.”
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