Los Juegos Olímpicos están transformando su vecindario. Y los están echando.
El edificio, antes un almacén, apartamentos y oficinas, es un hogar temporal —con una ducha— para 60 adultos y niños. En la planta baja, las ratas corren debajo de sillas de plástico y cochecitos de bebé estacionados. El olor a ropa húmeda y baños obstruidos supera a los fuertes aromas de tomate y especias de … Leer más